Dia 5 – (S)Malmo - (S)Uppsala - 689 km

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Malmo -  8’59 horas. 23 ºC.  2.464 km recorridos.

Me despierto a las 5’30 h, y me sobresalto pensando en que nos hemos dormido y son por lo menos las 9 de la mañana, miro el reloj y como no me lo creo, miro el móvil también, pues si, son las 5’30 de la mañana, sigo durmiendo, pero el sol esta ya bien alto en el cielo, nos levantamos y recogemos sin mas problemas. Paramos en el pueblo mas cercano (Lomma) para sacar coronas, y cuando hace unos minutos que hemos cogido la autopista, descubro el porque de la mantequilla salada, las vacas están pastando al lado del mar, os lo prometo, justo al lado del mar….cuantas cosas aprendes sin pensarlo. Paramos en un area de servicio y aprovechamos para comprar unos bocatas, seguimos ruta por la autopista sueca, que también es libre de peaje, y a las 12’30 h, paramos a comer los bocatas, despues  vamos a “gorrear” un poco de wi-fi de Mc. Donalds y nos tomamos un café, allí nos encontramos con una sueca que estuvo muchos años trabajando como traductora en Malaga.

 

Seguimos ruta por la autopista admirando el paisaje que pasa de ser tupidos bosques de pinos, abetos y abedules, a ser llanuras sembradas de cerales salpicadas de vez en cuando con algunas casas de color granate y blanco. No entendemos nada de lo que aparece escrito en las señales de transito, pero si que entendemos la señal de peligro por renos sueltos, aunque todavia no hemos visto ninguno.

 

Tambien, nos advierten de otros peligros pero supongo que quedan para el invierno...

Se hace un poco pesada la tarde y al final tenemos la sensación de que alguien estira de Estocolmo para que no lleguemos. Tememos el bouchon típico de las grandes ciudades cuando las cruzas, pero finalmente lo hacemos sin ningún problema y prácticamente a velocidad constante. Sobre las 19’30 h. llegamos a Uppsala, el camping (59°47'17.28"N 17°39'9.15"E) es salvaje, salvaje, pero tiene su encanto, está al pie de un lago… aunque no podemos decir lo mismo de los mosquitos que nos esperan con el babero puesto, el tenedor y el cuchillo, repelente a saco y andando.

Vamos a cenar crema de verduras estupenda y pescado, cuando la crema esta a punto para servir, se me resbala la “popota” y se cae toda la crema al suelo, menos mal que no me ha caido en los pies y no estaba en la cocina de casa, os podeis imaginar la cara que se ma ha quedado!!  Vuelta a empezar, al final cenamos sin mas problemas, paseo por el camping, ducha y a dormir.