9’00 h. – 20 ºC – 606
km recorridos.
Nos levantamos sin demasiada
prisa, hemos tenido tormenta por la noche, y los truenos, y después los rayos
nos han acompañado una parte de la madrugada.
Autopista todo el día, comemos en
un área de servicio, de nuevo con nuestra manta-mantel, como señores.
Seguimos ruta, y poco a poco
vamos viendo como el paisaje cambia….más llano, mucho cultivo, al principio de
girasoles, y después de cereales como el trigo y el maíz.
Cerca ya de Calais nos pilla una
tormenta impresionante, agua a cubos….como si de golpe hubieran abierto
el
grifo, pero vamos avanzando, a menos velocidad, pero sin parar, y al cabo de
algunos minutos disminuye la violencia con la que cae el agua, pasando a una
lluvia normal, y acaba por salir de nuevo el sol llegando a Calais.
Se huele en el aire la cercanía
del mar, y se ven las gaviotas sobrevolando la zona.
Llegamos al hotel Ibis, reservado
desde el mes de febrero, y sin problemas nos instalamos. Hacemos un
reconocimiento del lugar y nos informamos acerca de cómo llegar mañana a la
terminal del tren que nos llevara a Gran Bretaña. Vamos a cenar a un
restaurante bufet cercano, y nos dirigimos al hotel. Mañana toca madrugar en
serio, y aun hay algunas tareas que cumplir antes de ir a dormir.
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