10’20 h. – 17 ºC – 204 km recorridos.
Esta mañana nos hemos concedido
un poco más de cama, y nos hemos levantado sin prisa, aunque con sorpresa, ya
que las gaviotas han hecho de las suyas con la bolsa de la basura, y ha
aparecido todo extendido por delante de la tienda, menos mal que solo había
papeles y algún brick de zumo….
Salimos sin demasiada prisa, después
de desayunar al sol que hoy también nos acompaña por la mañana, aunque por poco
rato, ya que al atravesar Inverness, camino de Elgin, ya nos pilla el primer chaparrón
del día.
Llegamos a Elgin y al llegar al
punto de venta de la entrada de los tiquets, acabamos comprando el Explorer
Pass, ya que aun tenemos varias visitas pendientes, que están contempladas en
este pase, entre ellas el Castillo de Edimburgo.
La catedral es impresionante, lo
poco que queda en pie, te deja entrever que tipo de edificación fue en su
tiempo, y además, pensar en los constructores y albañiles de aquella época, que
con poco más que sus manos y sus mentes, eran capaces de levantar semejantes
catedrales e iglesias.
Hacia sol y las vistas han sido perfectas, ya que entre los arcos se veía el cielo azul y el sol.
Hacia sol y las vistas han sido perfectas, ya que entre los arcos se veía el cielo azul y el sol.
Acabada la visita de la catedral,
hemos hecho una visita al súper para reponer en la nevera, y hemos comido en un
área de descanso camino de la destilería de Glennfidich
Al entrar en la zona de las destilerías, hay un cartel en la carretera que de te da la bienvenida a Moray, país de la malta y el whisky. Hay extensiones enormes de plantación, que yo he supuesto que debe ser malta, para el whisky.
Al llegar a las instalaciones de
la destilería, nos dicen que la próxima visita sale en 5 minutos, pero que hay
una siguiente en media hora aproximadamente en francés, con lo que esperamos a
la visita en francés.
Muy chula, te explican todo el
proceso, desde el principio, viendo la mezcla de la malta, el lúpulo y el agua,
la fermentación con la levadura, el destilado pasando por la sala donde se
encuentran los alambiques, y finalmente te enseñan donde está madurando el
whisky, a la vez que te retan con el olor, de tres barriles de 20, 22 y 23 años
a diferenciar el aroma de tres whiskys diferentes….con un resultado nulo por mi
parte, aunque olían bien…..
La ultima parte de la visita es
la degustación, y te sirven tres chupitos de whisky, de 12, 15 y 18 años, esta
vez indicándote cual es cual, y la verdad es que los tres están sabrosos,
aunque para mi gusto, el de 15 años es que más gustoso es. Yo me los he bebido
los tres, sin dejar nada en la copa J.
Hemos vuelto de nuevo hacia
Inverness, con la idea de pasar un poco por la ciudad y ver la Catedral de St. Andrew,
pero hemos llegado con una lluvia intensa, por lo que hemos enfilado camino al
camping.
Cena, partida de cartas, con
paliza aplastante por parte del Oriol….y a dormir.
Mañana toca Loch Ness….a ver si
hay suerte y Nessie se deja ver…
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