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Storslett - 09’47 horas. 11 ºC. 5.540 km recorridos.
Nos levantamos con el cielo nublado, pero no amenaza lluvia. Plegamos y salimos con rumbo a Tromso. La etapa de hoy es de pocos kilómetros y queremos llegar rápido, con la idea de tener toda la tarde por delante para visitar Tromso. Dicen de ella que es el Paris del Norte. Seguimos bordeando fiordos y aunque no queremos hacer paradas, es imposible no aprovechar los miradores de la carretera y hacer fotos. El paisaje nos sigue cautivando a cada curva.
Comemos en un área de descanso a pocos kilómetros de Tromso, y aunque luce el sol, el aire es frio. La nieve sigue estando muy cerca en las montañas que nos rodean.
Llegamos al camping (69.513417 N 19.2405 E), que está situado a la orilla de un fiordo (muchos de los campings del viaje estan a orillas de un fiordo o de un lago), la vista es simplemente hermosa. Montamos rápido y nos vamos rumbo a Tromso.
Empezamos por visitar el centro Polaria, allí vemos una película panorámica sobre la vida en el Artico, vemos la recreación de un campamento en el Polo Norte. Pasamos a través de un túnel por una piscina de focas, donde hay dos crías que se acercan al cristal y donde Oriol y ellas jugaron un buen rato, el a pasarles el dedo per el cristal y las focas a seguirlo, fue muy divertido. Vimos especies de peces en varios acuarios y estuvimos maniobrando con un simulador de navegación en el puerto de Tromso.Al salir, paramos a comprar unas rosquillas, íbamos comiéndolas por la calle, cuando de golpe una gaviota, se acerca peligrosamente al trozo de rosquilla que el Carles lleva en la mano, él dice que notaba el aire de las alas muy cerca, se lo mete todo de golpe en la boca, yo al verle hago lo mismo y los dos parecemos que tenemos paperas, a Oriol le escondo justo a tiempo la rosquilla dentro de la chaqueta.
Dimos un largo paseo por las calles principales de la ciudad y vimos como el Hurtigruten, ferry que bordea Noruega de Bergen a Kirkenes, pasaba por debajo del puente une las dos partes de la ciudad. Seguía luciendo el sol, pero el aire era bastante frio.
Cenamos en una pizzería (Peppe’s Pizza), igual en algun momento el propietario (ahora es una cadena) tuvo algo de español, ya que unas de las pizzas de la carta se llama viva España.
Al salir nos dirigimos hacia la Catedral del Artico, iglesia situada al otro lado del puente y cuyo diseño evoca las luces de la aurora boreal, llegamos a las 8 h. de la tarde y habían cerrado a las 7 h.
Estuvimos chafardeando a través de los cristales, pero se veía poco. Hicimos algunas fotos y pusimos rumbo al camping.
Al llegar nos recibieron unos vecinos alemanes con un hello spanish. Nos acercamos a saludarles y a explicarles que somos de Andorra y no de España. Estuvimos hablando (en arapahoen english, al menos nosostros) un ratito con ellos. Nos dijeron que venían de Norkapp y que se dirigían a las islas Lofoten, igual que nosotros, solo que ellos tenían previstos 2 meses para la ruta, que lujazo. El viento era bastante frio. A dormir que el cuerpo ya lo reclama.
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